miércoles, 16 de diciembre de 2015

Estoy seguro.

Tú. Me matas. Me mata saber que lo bonito no son tus ojos sino como me miras, haces que no pueda pensar, ¿lo sabías? Es muy frustrante. Y es pues que sin buscarte te ando encontrando por todos los lados, principalmente cuando cierro los ojos. Te apoderas del estribillo y se repite en mi cabeza. Haces que cada frase que escribo no tuviera sentido, como si cada punto levantara una muralla. Como si al juntar la y con la o no formaran una palabra. Son todo letras aleatorias escritas por la parte de mi cerebro que no has conquistado.
Me es imposible creer que no te hayas dado cuenta nunca de nada. ¿La única persona que puede entrar en mi mundo y vive aislada en el suyo propio? Y sí, puede que en el mío no existan finales felices ni héroes, no me excluyo, pero tu pelo rubio tampoco ha marcado la diferencia. Sí, igual mi alma es gris, mis películas son largas, mis noches son oscuras, mis historias son tristes y mis libros hablan sobre que lo único que temes más que a vivir a medias, es matar a la otra parte. No te miento, soy ese chico de papel del que no hablan las películas, ese que es más podría ser que es. Y tú. Tú, pues eso, eres como esos amaneceres en los que aún se ve la luna. Sinceramente, a mí antes me gustaban más el atardecer, hasta que vi uno. Si fueras el tiempo, serías el instante, ese donde quiero quedarme a vivir. Eres una de esas maravillas que te hacen querer ser humano. No creas que eres diferente porque es difícil entenderlo, como algo puede vivir muriendo por vivir o querer estar despierto soñando. Como palabras tan sencillas pueden causarnos tal dolor de cabeza, pero ya sabes que hay personas por las que se pierden todos los trenes del mundo con tal de esperar "un ratito más".
Y podrás pensar que soy de lo más inocente, pero se perfectamente lo que me gusta. Y solo me arrepiento de no ser uno de los capullos de los que te enganchas, porque si alguna vez te cogiera desprevenida de la cintura estoy seguro de que te dejarías besar. Y es que te miro y lo sé. Yo tampoco quiero empezar desde cero, quiero empezar desde ti.
Mentiría si no dijera que no me he pasado la vida buscando una razón por la que valiera la pena levantarme cada mañana, y lavarme cada uno de esos "pasados pensamientos" y seguir adelante, una razón para quedarme, una razón para dejar de repetir ese estribillo y terminar la canción. Y no diré que encontré esa razón en ti porque mi orgullo no me lo permite. Conmigo. Empezará tu ruina, pero ¿no es eso lo que buscan los romances? Y sé que no éramos nada pero estoy seguro de que fuimos poesía de vez en cuando. Y para eso sirve la poesía ¿no? para hablar de la forma que tienen las cosas que no tienen forma. Para eso y para sentirte cerca y leerte, y colocarte el pelo, sabiendo que en la calle es invierno, pero en nuestras vidas no.
Dices y hablas muy a la ligera sobre buscar esa "estabilidad", ese seguro de vida para tu corazón pero, sinceramente, mi alma no ha estado más calmada en toda mi vida que discutiendo contigo.


Dices que te gusta mi mente, pero en realidad es solo porque está llena de ti y hablas de una sequía de imaginación cuando sabes que podría ser la lluvia en el cielo de tu desierto.







Para mi incógnita.
Santiago García

Fuentes: Avenida749, FerDichter, JulioCortázar

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